30 julio 2008

LOS MOLINOS DEL RÍO ODIEL (El Campillo) 3ª Parte

Ricardo Gómez Ruiz
Nombre


Los Hoyos.

Localización

37º 43’ 00” norte.
6º 44’ 00” oeste.
Orilla izquierda del Odiel.
Término municipal de El Campillo.


En uno de los encajes mas profundos del río se encuentran los restos de este molino totalmente derruido. Ubicado en la misma orilla, los muros fueron construidos a piedra suelta sin ladrillería y solo presentan argamasa los restos del herido. La planta es cuadrangular, de 4 por 3 metros.

Entre las ruinas aparece una molar de morfología antigua, fabricada en toba silícica clorítica.

A unos doscientos metros a mediodía hay cimientos de paredes cubiertos de maleza que parecen corresponder a una antigua casa campesina con anexos. En una oquedad natural junto a ellos y cubiertas por sedimentos hallamos seis cucharas de rodezno muy deterioradas, construidas en madera de pino y un trozo de pletina de hierro que pudo ser una apoyadera. Entre las ruinas aparecieron trozos de atajea en madera de roble, una palanca de alivio en madera de aliso y otros restos de dudosa clasificación.

La presa fue también fabricada a piedra suelta. Quedan indicios de ella sin presencia de argamasa.

HISTORIA

Hemos hallado escasa documentación de este molino. Por su estructura, material empleado, ubicación y entorno sugiere una industria auxiliar complementaria a una población agraria de pobre economía asentada a levante de El Villar a finales del siglo Diecisiete. Sabemos que en 1731 molía granos de la capellanía fundada por el licenciado Don Leandro José Caballero y lindaba con tierras de un vecino de El Villar llamado Joseph García Beato. Mas allá de esta fecha ya no existen datos lo que parece indicar su destrucción por anegadas con el consiguiente abandono de la actividad. Corrobora este hecho el que los pocos lugareños que conocen la existencia de estos restos carecen de información sobre ellos.

DOCUMENTACIÓN

A.D.H. Zalamea. Caja 2, Legajo 14, 3

28 julio 2008

COMENZÓ EL CINE DE VERANO CON (RA-TA-TUI )

El domingo dio comienzo el cine de verano,primera sesión y primer lleno,
los niños acudieron como en citas anteriores.
Esta película trata de Remy, una persona ratón con un desarrollado sentido del olfato, cuando descubre un libro del Chef más grande de París. Remy se enamora del mundo culinario, y sueña con convertirse en un gran chef francés a pesar de la oposición de su familia, su padre y su hermano Emile, sin olvidar del problema evidente que supone ser una rata en una profesión que detesta a los roedores. Luego de separarse de su familia en un accidente, el destino lleva a Remy a las alcantarillas de París, pero su situación no podría ser mejor, ya que se encuentra justo debajo de un restaurante que se ha hecho famoso gracias a Auguste Gusteau, una estrella de la cocina. A pesar del peligro que representa ser un visitante poco común en los fogones de un exquisito restaurante francés, la pasión de Remy por la cocina pone patas arriba al mundo culinario parisino en una divertidísima y emocionante aventura. Ahí conoce al inexperto y algo torpe lavaplatos Linguini, con quien hace una profunda amistad, para así juntos lograr ser los más prestigiosos chefs de Francia. Cuando todo parece mejorar, Remy se topa con su hermano Emile, quien le pide regresar con su familia, el roedor se debate entre su vocación y sus seres queridos. Remy se ve obligado a alimentar a su hermano Emile y al ver que la puerta de la alacena esta cerrada, Remy decide buscar la manera de buscar la llave que abrirá dicha puerta, busca en la oficina del cheff Gusteau (difunto) cuando encuentra un documento que dice que Linguini es el hijo de Gusteau y por lo tanto es el dueño del restaurante. Al enterarse de esto el crítico de comida Anton Ego decide visitar el restaurante Gusteau para dar una crítica. Remy y Linguini preparan el platillo ratatouille que obliga a Ego a dar una buena crítica. Al final descubren que la comida fue hecha por la rata Remy, y clausuran el restaurante Gusteau, sin embargo abren otro restaurante más tarde llamado "La Ratatouille".

12 julio 2008

LOS MOLINOS DEL RÍO ODIEL (El Campillo) 2ª Parte

Ricardo Gómez Ruiz
Nombre

Totera.

Localización

37º 43’ 30” norte.
6º 42’ 33” oeste.


Ribera izquierda del Odiel.
Término municipal de El Campillo.

A unos 25 metros aguas abajo del molino anterior hallamos otro de estructura atípica. Totalmente construido en piedra y argamasa presenta un basamento en forma de doble elipse sobre el que se elevan un par de construcciones molinares simétricas de 4´50 por 2´75 m. Suelos y cubiertas forman bóvedas en medio cañón resueltas en laja.


Los cuartos de molienda son muy elevados y carecen de entrada. Solo se puede acceder a ellos a través del orificio central de los cárcavos, uno de los cuales está derruido.


No tiene alfanjes, bancos ni farineras. Tampoco piedras ni construcciones anexas.

Este molino nunca llegó a funcionar pues su concepción fue errónea. Usa la misma presa del molino del tío Agustín del que recibía aguas de su alcantarilla, ya muy remansadas, mediante un herido excavado en la roca viva. Y su ubicación, casi en el centro del río, le hacía inaccesible ante las crecidas. Técnicamente no podía ser operativo y así lo entendieron los que lo proyectaron al dejar la obra sin concluir.

Su historia es desconocida pues carece de documentación y referencias. Hubo de ser realizado en la segunda mitad del siglo Diecinueve pues se emplearon barrenos de pólvora en la construcción de su lieva.

11 julio 2008

LOS MOLINOS DEL RÍO ODIEL (El Campillo) 1ª Parte.

Ricardo Gómez Ruiz

Nombre

Molino del tío Agustín. Totera.

Localización
37º 43’ 30” norte.
6º 42’ 33” oeste.

Ribera izquierda del Odiel.
Término municipal de El Campillo.


Construcción resuelta en piedra y argamasa. Planta en cuadro irregular de 5 por 5 y ángulos redondeados.

Cubierta cupular, puerta de acceso con umbrales descendentes y un hueco de aireación hacia mediodía.

La sala de molienda presenta dos alfanjes con sus piedras, bancos de obra adosados a los muros y una farinera de caliza. Los paramentos están recubiertos con cal de obra con algunos escritos grabados en ellos.

El cárcavo es irregular, con un murete central y techo a grandes lajas, una mudia común para ambas piedras y dos meaeras. Las arcadas son de medio punto irregular resueltas en laja del terreno.

Los alfanjes conservan sus piedras. Hay cinco mas esparcidas en el área de entrada, fabricadas en granito biotítico.

Los basamentos de la presa son de estructura antigua y todo el muro presenta signos de diversas reparaciones. A levante se hallan las ruinas de casas y cuadras, una huerta perdida y cercados.
Restos de teja moderna. Ausencia total de ladrillería.

Entre los escombros de la casa del molinero encontramos un palahierro que parece ser de finales del siglo Diecinueve.

HISTORIA


Molino antiguo, posiblemente de finales de la Edad Media, que conserva de su estructura original solamente los arcos de las alcantarillas y las bases de la presa. No aparece ni como bien de capellanía o seglares en el Catastro de Ensenada. Estuvo en actividad tras la expulsión de los franceses siendo propiedad de Agustín Sánchez en aquella época.

Hacia 1830 eran sus dueños María Josefa Bejarano en sus 3/4 partes y José Cayo López, su marido, por el resto. El 18 de Agosto de 1855 lo poseía, por herencia, María Agustina López. Entonces se describe como buen molino harinero con dos “ageridos”, piedras blanca y baza, situado en una finca de cuatro fanegas de puño. Molía cereales de los extensos patronatos fundados por Don Juan Varela a finales del siglo Diecisiete.

Al fallecimiento de María Agustina, sus hermanas María Concepción y Manuela ofertan el molino para cumplir la cláusula testamentaria de beneficiar a sus sobrinos con un total de 2.700 reales de vellón. Compra Dionisio Gil el 29 de Noviembre de 1856 en 3.793 reales de vellón.

En la pared interior de la sala aparece el nombre de Antonio Bonaño, apellido común en una familia de tradición molinera oriunda de Valverde del Camino a principios del Diecinueve.

En 1888 era propietario o molinero Juan de Mata Calvo y diez años después trabajaba en este molino Juan Francisco Calvo Delgado. Ambos eran vecinos de El Villar.



DOCUMENTACIÓN

A.M.V. (p.n). LEGAJO 223. Folios 529, 534 y 538. Testimonios orales.