31 diciembre 2009

Memoria rutas 2009


Senderismo 2009
MIMBRERA-RIO ODIEL-LA FIJA*SANTA OLALLA DEL CALA-MINA TEULER*BERROCAL-LA PALMA*EL CAMPILLO VENTAS DE CAMPOFRIO*FUENTEHERIDOS-LOS MARINES*ARACENA-ALTO DEL CHORRITO*PUENTE CALAÑAS-SOTIEL CORONADA*LOS FRAILES-EL MANZANO*EL CAMPILLO-RIO AGRIO*

16 diciembre 2009

VIVENCIAS EN PEÑA DEL HIERRO V

LA VIDA EN LA PEÑA

Este diseminado conjunto urbano compuesto por la Peña de Arriba, la de Abajo, Puerto Alegre y Los Ermitaños, era el escenario en el que transcurría la vida de los habitantes de La Peña, nombre familiar dado al lugar, estando forma­da la población por las quince familias de La Peña de Abajo, las alrededor de cin­cuenta de La Peña de Arriba y entre quince y veinte en el resto de los caseríos.

Los Accesos

...............Tres eran las carreteras que facilitaban las comunicaciones entre el poblado de La Peña y las poblaciones cercanas: la de Nerva, la de La Dehesa y la conocida como de la Estación, pero por ninguna de ella circulaba transporte públi­co alguno que facilitara el acceso al poblado. Nerva y La Dehesa eran los núcleos más cercanos, a los que había que desplazarse andando para poder viajar. Estas carreteras tenían atajos que los caminantes cogían para acortar distancias.
................La Carretera de Nerva, la más transitada, era la que comunicaba con esta localidad, distante a 4,5 km. Hecha de tierra, con grandes pendientes y cerra­das curvas, se la conocía como la carretera del Huerto del Loco, huerto que se encontraba aproximadamente a la mitad del trayecto, existiendo en sus proximi­dades, algo más arriba, en el barranco, junto a la carretera, una fuente manantial conocida como "El Chorrito", que daba vida, sobre todo en verano, a los que hací­amos el camino

...............De unos 2,5 km la Carretera de La Dehesa, comunicaba con la carrete­ra que unía Riotinto y Campofrío. Su trazado, a finales de los cincuenta, era menos accidentado que el de Nerva y aunque en principio también era de tierra, más tarde fue asfaltada.
...............La menos transitada de las tres era la Carretera de la Estación, que par­tía desde la estación de ferrocarril que llevaba al Castillo de la Guardas y a unos 2 km, junto a la Mina Pepito, se unía con la de Nerva a La Granada de Riotinto.

Abastecimiento, servicios sociales y culturales.

El agua, la luz eléctrica, los alimentos, el correo, el teléfono y la pren­sa, los servicios médicos, la enseñanza, la iglesia, el cine, el fútbol, las diversio­nes, todo ello, como en cualquier otra población, eran elementos indispensables para la vida de quienes la habitaban.

El agua

En La Peña de Abajo el agua potable era de buena calidad y de ella se decía que era muy fina, porque cocía muy bien las legumbres y hacía mucha espu­ma con el jabón. Procedía de un manantial, ubicado al Noreste de la corta, al que se le hizo una galería y por gravedad se conducía por tuberías hasta un depósito regulador, enclavado entre el Polvorín y el Botiquín. Desde este depósito, también por tubería, llegaba a la fuente situada junto al Taller, donde se llenaban los cánta­ros y cubos para el consumo, fuente que tenía además dos pilares en los que bebí­an las bestias. A la Casa Dirección, Casa de Huéspedes y de Empleados el agua lle­gaba directamente por tuberías.

Para otros consumos, como el de las instalaciones mineras, jardines, huertos, etc., se utilizaba el agua del Dique de Arriba, que mediante tuberías y siempre por gravedad, llegaba a los puntos de consumo.
...............Por su parte. La Peña de Arriba obtenía el agua de un pozo, conocido como La Bomba, que aún se conserva, porque era con una bomba manual con la que se sacaba. En ocasiones, un trabajador tenía la tarea de mover el volante de la bomba para abastecer de agua a las personas que iban llegando, aunque casi siem­pre estuvo averiada y había que sacarla con cubos. No todos los vecinos, por escrú­pulo, bebían de aquí y se desplazaban a los pozos de los huertos o a la fuente que manaba en la cabecera del Dique de Abajo, por merecerles más confianza, y algu­nos bajaban a la fuente del Taller.
...............Otro lugar de abastecimiento era la fuente de en medio, en realidad una caseta/depósito con un grifo y un pilar, que se encontraba junto a la carretera, a la mitad del trayecto entre la Peña de Arriba y la de Abajo. Su agua provenia de un manantial de las inmediaciones y no tenía mucha aceptación para el consumo por su sabor a hierro, siendo un huerto cercano el que se abastecía de ella.
...............Por último, junto al Paseo había otra caseta/depósito con varios grifos y un pilar. Siempre la conocí seca, hasta que en tiempos recientes se le instalaron tuberías desde el Dique de Arriba. En el pasado esta fuente debió de estar en ser­vicio, pero el agua no era potable.

La Electricidad

Al principio de la década de los años 50, la que fundamentalmente recuerdo en estas páginas, los cortes de corriente eran habituales, a pesar del buen equipamiento existente para su suministro.
...............Existía un gran edificio dividido en tres naves, en cuya fachada princi­pal estaba un gran rótulo con letras de hierro en relieve en el que podía leerse: P.C.MLted. 1910, siglas de la Peña Copper Mines Limited.

...............Situado entre las Oficinas Generales y la Panadería, la nave occidental alojaba la central eléctrica, que se suministraba de la subestación que la Compañía Sevillana de Electricidad tenía en las inmediaciones de La Dehesa. Magnífica ins­talación con un enorme cuadro de control de mármol blanco y dos grandes máqui­nas (conmutatrices) que se encargaban de transformar la corriente alterna en continua para el consumo de la maquinaria del Pozo Maestro, el compresor, una excavadora que se encontraba en el vacie, además de las Oficinas, los Talleres y otras máquinas que entonces funcionaban con corriente continua. En la nave oriental se ubicaba el compresor de grandes dimensiones, una máquina que originalmente fue de vapor, pero que en esta época funcionaba con motor eléctrico. Y la nave central alojaba la caldera, que en otros tiempos suministraba de vapor a la máquina del compresor y probablemente a algún generador de corriente.
...............En la bocamina había otra caldera de vapor para el funcionamiento de forma alternativa con el motor eléctrico de la máquina de extracción de Pozo Maestro. La recuerdo, en un periodo de fuertes lluvias, desaguando la contramina que se había inundado. A toda velocidad una cuba subía cargada de agua y otra bajaba para llenarse, cubas que en casos de inundaciones del interior sustituían a las jaulas por las que se accedía al fondo de la mina.
..............El combustible de la caldera de vapor era la cepa de brezo, planta autóctona que abunda en la zona. Este mismo combustible se empleaba en las locomotoras de vapor que arrastraban las vagonetas por el exterior de la mina y como leña para las chimeneas de las casas, en las que se utilizaba como iluminación la lámpara de carburo, a la que llamábamos joco, y el candil de aceite como alternativa a la ausencia de alumbrado eléctrico.
..............En estos años en Los Cuarteles no había electricidad, pero sí los postes de la línea, como si en una época anterior hubiera existido. Algún liempo después se montaron los cables y en cada vivienda se colocó una sola lámpara, desde cuyo casquillo y mediante un triple, se conectaban los primeros aparatos de radio. Años más tarde se reforzaron las líneas y mejoró el servicio considerablemente.

Miguel Vázquez Vázquez

08 diciembre 2009

VIVENCIAS EN PEÑA DEL HIERRO IV

La Peña de Arriba

Un conjunto de doce grupos de casas constituían este poblado, pudién­dose datar sus orígenes con anterioridad a 1904, en que ya estaban edificadas,
Más conocida como Los Cuarteles, fue construida siguiendo un orden urbanistico dado por la naturaleza.Las cimas de los cabezos sirvieron de guia para asentar las hileras de casas, comunicadas entre sí por caminos, sin accesos de carreteras. Cada calle, o Grupo, como también se llamaban, era conocida por el nombre de algún vecino o por algo que lo diferenciaba de las demás, como la calle del Estanco o la calle de La Escuela. Aunque la orientación de los grupos no seguía una geometría ordenada, estaban construidos de tal forma que más o menos rodeaban a un área central o plaza en la que se encontraban el Paseo y el Casino, por cuyas inmediaciones pasaba la carretera de La Dehesa.

Estas eran más precarias y carecían de los servicios mínimos.Sus ventanas eran pequeñas y las habitaciones, muchas de ellas sin puertas, se comu­nicaban entre sí y sólo unas cortinas servían para guardar algo de intimidad. Dependiendo del grupo, eran de hilera simple o doble y según esto podían tener dos o una puerta, en el primer caso disponían de una principal y por la trasera se salía al "chozo" situado a pocos metros, que los propios mineros construían como desahogo de la casa, en el segundo caso, el "chozo" estaba frente a la puerta principal. En este cobertizo, construido con muros de pizarra y argamasa de tierra, techado con juncos y tierra sobre tablas de madera, se ubicaba normalmente la cocina. Las basuras y otros deshechos se arrojaban a las esterqueras, algo más ale­jadas de las viviendas.

Las casas se pintaban con cal, de un blanco resplandeciente y muchas de ellas lucían en puertas y ventanas macetas de geranios, claveles, azucenas, alba-hacas y otras especies, lo que conseguía dar a la barriada un ambiente acogedor y entrañable. En el interior, no faltaba como decoración algún objeto de metal relu­ciente, fabricado en los talleres por algún artista. El típico almirez, el brasero, cazos y otros utensilios cubrían las paredes, no siendo infrecuente encontrar un cuadro de la Sagrada familia colgado en lugar preferente.

El lavado de ropa lo hacían las mujeres en las puertas de sus casas, o en el barranco de Portalegre. Llevaban las paneras y el refregador en la cabeza y utilizaban un rodete de trapo como protector. Las casas más cercanas al Dique de Abajo realizaban esta tarea en el mismo, pues aún estando prohibido, no se respetaba estrictamente la medida.
En la zona más "céntrica", por la que si pasaba la carretera que venia de La Dehesa, se alzaba el Casino, frente al cual, más abajo y al otro lado de la carretera se encontraba el Paseo, una gran explanada de forma más o menos rectangular, con los lados menores semicirculares.Bien construido, el suelo era de tierra compactada y en el centro se erguía una farolá de hierro, rematada por brazos en forma de cruz.Estaba rodeado en su mayor parte por bancos de manpostería, que de forma continua delimitaban su perímetro. Lindando por una de sus esquinas había un escueto cerro, con pinos de pequeño tamaño, al que rodeaba una estrecha carretera cuya entrada y salida daban al propio Paseo. A comienzos de los años sesenta este cerrito fue aplanado para construir la Parroquia.

Siguiendo la carretera hacia abajo se abría un llano más o menos circu­lar, conocido como El Llano de las Cabras, así denominado por ser el lugar donde el cabrero recogía las cabras de los vecinos para llevarlas a pastar diariamente al monte.Para el control de los animales el pastor disponía, además, de un recinto cerrado con muros de pizarra, situado a la espalda del Casino.
Desde el Llano de las Cabras partían los caminos hacia Puerto Alegre y Los Ermitaños, y continuando de frente, subiendo una pequeña pendiente, se llegaba a los grupos de casas conocidos como Corea. Este nombre le fue dado en una época en la que se afincó en esas viviendas un gran número de arrieros procedentes de todas partes para trabajar en el transporte de mineral con sus animales. Era tal la cantidad de reyertas que se daban en esa zona que se la bautizó con el nombre de aquel conflicto bélico.

A la entrada de estos grupos la primera edificación era la Capilla, habi­litada para el culto religioso. Junto a ella se alzaba la Cruz de los Caídos, legado de la Guerra Civil. Hoy día aún se conserva.

Puerto Alegre
Pronunciado portalegre. estaba situado a menos de un kilómetro al Norte de Los Cuarteles. Constituido por tres grupos de casas, cruzados por el cami­no que conducía a la Mina Chaparrita y al Ventorro de Gervasio, este caserío nunca disfrutó de la luz eléctrica.

Los Ermitaños
Conocido como los Ermitanos, se encontraba a kilómetro y medio al Noreste de Los Cuarteles y a unos seiscientos metros al Noroeste del Dique de Arriba. Lo cruzaba el camino hacia Campofrio y tampoco contó nunca con electricidad.

Miguel Vázquez Vázquez