Ricardo Gómez Ruiz
Nombre
Molino del tío Agustín. Totera.
Localización
37º 43’ 30” norte.
6º 42’ 33” oeste.
Ribera izquierda del Odiel.
Término municipal de El Campillo.
Construcción resuelta en piedra y argamasa. Planta en cuadro irregular de 5 por 5 y ángulos redondeados.
Cubierta cupular, puerta de acceso con umbrales descendentes y un hueco de aireación hacia mediodía.
La sala de molienda presenta dos alfanjes con sus piedras, bancos de obra adosados a los muros y una farinera de caliza. Los paramentos están recubiertos con cal de obra con algunos escritos grabados en ellos.
El cárcavo es irregular, con un murete central y techo a grandes lajas, una mudia común para ambas piedras y dos meaeras. Las arcadas son de medio punto irregular resueltas en laja del terreno.
Los alfanjes conservan sus piedras. Hay cinco mas esparcidas en el área de entrada, fabricadas en granito biotítico.
Los basamentos de la presa son de estructura antigua y todo el muro presenta signos de diversas reparaciones. A levante se hallan las ruinas de casas y cuadras, una huerta perdida y cercados.
Restos de teja moderna. Ausencia total de ladrillería.
Entre los escombros de la casa del molinero encontramos un palahierro que parece ser de finales del siglo Diecinueve.
HISTORIA
Molino antiguo, posiblemente de finales de la Edad Media, que conserva de su estructura original solamente los arcos de las alcantarillas y las bases de la presa. No aparece ni como bien de capellanía o seglares en el Catastro de Ensenada. Estuvo en actividad tras la expulsión de los franceses siendo propiedad de Agustín Sánchez en aquella época.
Hacia 1830 eran sus dueños María Josefa Bejarano en sus 3/4 partes y José Cayo López, su marido, por el resto. El 18 de Agosto de 1855 lo poseía, por herencia, María Agustina López. Entonces se describe como buen molino harinero con dos “ageridos”, piedras blanca y baza, situado en una finca de cuatro fanegas de puño. Molía cereales de los extensos patronatos fundados por Don Juan Varela a finales del siglo Diecisiete.
Al fallecimiento de María Agustina, sus hermanas María Concepción y Manuela ofertan el molino para cumplir la cláusula testamentaria de beneficiar a sus sobrinos con un total de 2.700 reales de vellón. Compra Dionisio Gil el 29 de Noviembre de 1856 en 3.793 reales de vellón.
En la pared interior de la sala aparece el nombre de Antonio Bonaño, apellido común en una familia de tradición molinera oriunda de Valverde del Camino a principios del Diecinueve.
En 1888 era propietario o molinero Juan de Mata Calvo y diez años después trabajaba en este molino Juan Francisco Calvo Delgado. Ambos eran vecinos de El Villar.
DOCUMENTACIÓN
A.M.V. (p.n). LEGAJO 223. Folios 529, 534 y 538. Testimonios orales.
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