Análisis del edificio
Hacia la cabecera, las afiladas líneas convergentes del techo se empotran con brusquedad en el testero. Su cometido plástico consiste aquí en reflejar la fuerte iluminación que penetra por las ventanas superiores que limitan el presbiterio. Separadas por planos paralelos y escalonados, componen una docena de huecos, dedicados a los doce apóstoles, según se colige del proyecto, aunque luego fueron cerrados con vitrales practicables no figurativos.
El modelo para esta compartimentación de la cabecera se encuentra en iglesias alemanas de planta de abanico como la iglesia de Todos los Santos de Frankfurt (1953), de los arquitectos Biefer y Mackler.
El modelo para esta compartimentación de la cabecera se encuentra en iglesias alemanas de planta de abanico como la iglesia de Todos los Santos de Frankfurt (1953), de los arquitectos Biefer y Mackler.
En su parte posterior el presbiterio se cierra con rustico muro de mampostería de piedra local, buscándose un efecto de contraste rotundo entre macizo y hueco.
Este diálogo entre lo rústico y lo etéreo discurre también en las luminosas paredes laterales del abanico. Los grandes vitrales aparecen en número de cuatro en cada paramento, aunque los de la vertiente oeste se presentan más diáfanos por carecer del entorpecimiento de puertas y coro que presentan los del lado contrario. Las vidrieras, de impronta abstracta, y sin embargo con representaciones eucarísticas, se integran en el paramento exterior de trazo rectilíneo, pero interiormente están separados por pilares oblicuos que refuerzan la impresión de planos inclinados, buscando crear la sensación de iluminación sesgada, a la manera de ciertas obras de Rudolf Schwarz, como por ejemplo San Alberto de Andernach.
La capilla reservada de Riotinto se inspiró en la cripta de la iglesia italiana de Baranzata, obra de los arquitectos Mangi arotti y Morassutti.
Solamente el cuerpo de entrada al templo ofrece un tratamiento más notable y desarrollado, con dos elementos funcionales que son el pórtico y el cuerpo edilicio que forma la sacristía y el coro superior.
El porche, que va surmontado por las correspondientes vidrieras de ese lado, se cubre con una delicada estructura plana apeada en pies derechos metálicos. La composición arquitectónica del edificio se completó con la decoración escultórica de la fachada, en hierro forjado, que representa al grupo de la Sagrada Familia, que fue realizado al igual que el Cristo y la Virgen que estuvieron en el Presbiterio, por el hermano José María.
La iglesia de la Sagrada Familia es pues una muestra representativa de las inquietudes sociales, litúrgicas y estéticas que animaban a determinados sectores de la Iglesia y a ciertos arquitectos preocupados por la modernidad.
Este diálogo entre lo rústico y lo etéreo discurre también en las luminosas paredes laterales del abanico. Los grandes vitrales aparecen en número de cuatro en cada paramento, aunque los de la vertiente oeste se presentan más diáfanos por carecer del entorpecimiento de puertas y coro que presentan los del lado contrario. Las vidrieras, de impronta abstracta, y sin embargo con representaciones eucarísticas, se integran en el paramento exterior de trazo rectilíneo, pero interiormente están separados por pilares oblicuos que refuerzan la impresión de planos inclinados, buscando crear la sensación de iluminación sesgada, a la manera de ciertas obras de Rudolf Schwarz, como por ejemplo San Alberto de Andernach.
La capilla reservada de Riotinto se inspiró en la cripta de la iglesia italiana de Baranzata, obra de los arquitectos Mangi arotti y Morassutti.
Solamente el cuerpo de entrada al templo ofrece un tratamiento más notable y desarrollado, con dos elementos funcionales que son el pórtico y el cuerpo edilicio que forma la sacristía y el coro superior.
El porche, que va surmontado por las correspondientes vidrieras de ese lado, se cubre con una delicada estructura plana apeada en pies derechos metálicos. La composición arquitectónica del edificio se completó con la decoración escultórica de la fachada, en hierro forjado, que representa al grupo de la Sagrada Familia, que fue realizado al igual que el Cristo y la Virgen que estuvieron en el Presbiterio, por el hermano José María.
La iglesia de la Sagrada Familia es pues una muestra representativa de las inquietudes sociales, litúrgicas y estéticas que animaban a determinados sectores de la Iglesia y a ciertos arquitectos preocupados por la modernidad.
Alberto Villar.
Federico Castro.1988
fotos:Carlos Rojas.1966. Alongarvi.2010
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