El Odiel: un viaje al vulcanismo paleozoico
Puente de los Cinco Ojos, El Campillo
Domingo 11 de Mayo de de 2014
Parada 3. Proximidad del molino Totera. La figura siguiente muestra un esquema de la zona. Nos hallamos
en la posición A, donde podemos observar abundantes fragmentos de pómez de hace 349 millones de años. El pómez es una roca volcánica con multitud de huecos (vesículas) que, en este caso, al ser tan antiguos, están rellenos por otros minerales. Estos depósitos han sido interpretados como originados por una erupción volcánica explosiva submarina (ver A en modelo debajo). En el sector B, los depósitos están compuestos por trozos de roca volcánica más masivos (sin vesículas) que se formaron por fragmentación de la misma lava que continuaba saliendo de forma más tranquila (había perdido los gases) y que se solidificaba en contacto con el agua (ver B en modelo). Por último, el sector C del esquema muestra una colada de lava riolítica que representó la erupción final de un volumen muy importante de esta lava (C en modelo).
Parada
4. En este punto se puede ver la colada de lava riolítica
con disyunciones columnares en su base.
Estas estructuras se producen por una
fracturación debida a la fuerte retracción que sufre el magma caliente cuando
se enfría. Como resultado de este proceso se forman numerosos prismas
poligonales de morfología hexagonal. Estos prismas se disponen comúnmente
perpendiculares a la superficie sobre la que se emplaza la colada de lava.
La zona externa de la lava (color morado) se enfría
bruscamente en contacto con el agua, se solidifica y se contrae originando las
disyunciones columnares. El interior de la colada de lava (rojo en la figura)
permanece fundido y caliente.
Los bordes de la colada sufrieron un enfriamiento brusco
cuando entraron en contacto con el agua. Como
resultado de este proceso, las
lavas se solidificaron transformándose en vidrio volcánico, como la obsidiana
que se observa en la foto, Estos materiales son de color negro, brillantes,
frágiles y con fractura concoidea. Sin embargo, el vidrio es un material
inestable y con el transcurso de los millones de años se transforma en un
agregado micro-cristalino de cuarzo y feldespato, perdiendo así sus propiedades
iniciales. Además, si este vidrio ha entrado en contacto con agua, se forman en
su interior pequeñas fracturas curvadas que se denominan perlíticas y a la roca
se le denomina perlita. En esta parada podemos observar magníficos ejemplos
como el de esta foto.
Organizan: Teodosio Donaire Romero y Manuel Olías Álvarez.
Colaboran: Emilio Pascual Martínez, Manuel Toscano Macías, Aguasanta Miguel Sarmiento, Juan Antonio Morales González y José Manuel Gómez Domínguez.
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